Tenía ganas de intentar hacer una focaccia y como mis amigas me permiten hacer 'experimentos' en la cocina me decidí. Teniendo en cuenta que una de mis amigas es vegana, me vi en la obligación de utilizar un queso no queso que toman ellos, es decir, una pasta-rulo de mezcla de tofu y saborizantes que hacen las veces de queso. Pero bueno, aunque no dora ni responde como un queso normal, hay que darles gusto siempre que se pueda a aquellas personas que queremos.
Ingredientes:
500gr de harina de fuerza
12gr de levadura prensada
350ml de agua
2 c/s de aceite de oliva
un puñado de sal
queso de cabra
queso no queso (vegano)
peras Ercolini
sal gorda
romero fresco
Seguí la receta de El secreto de Boro porque me gusta su cocina y sus recetas son garantía de buen resultado. Si no conoces su blog, te recomiendo que te des un paseo por él, no te defraudará. Bueno, he hecho una pequeña variación pero pequeña.
Lo primero es preparar la masa. Así que pon la levadura junto con 100ml de agua tibia durante unos 10 minutos.
Mientras en un bol grande (para amasar) pon 200gr de harina de fuerza, las dos cucharadas soperas de aceite de oliva, la sal (unos 12gr) y 250ml de agua. Ve mezclando y añade también el agua con la levadura (ya habrá tenido tiempo de comenzar su tarea de fermentado). Ve añadiendo los 300gr de harina que faltan de poco en poco.
Amasa con cuidado y como la masa es algo húmeda puedes hacer un amasado Bertinet para que el resultado (la textura) de la focaccia sea más esponjoso. Si no quieres hacer tanto trabajo, añade menos agua (ponle solo 300ml en total: 100ml con la levadura y 200ml con la harina).
Una vez formada una bola, deja reposando durante una hora (aunque puedes dejarla algo más de tiempo, pero con una hora será suficiente).
Mientras la masa reposa, corta rodajas de queso de cabra y pela unas peras Ercolini y córtalas en trozos. Lava, seca y deshoja el romero. Así tendrás preparado todo lo que vas a poner en tu focaccia.
En una superficie antiadherente (papel sulfurado, una lámina de silicona...) extiende la masa formando un rectángulo. Con los dedos untados en aceite, hazle cráteres a la masa (sin llegar al fondo, claro). Pon un buen chorro de aceite de oliva, sal gorda y romero. Coloca las rodajas de queso y un trozo de pera encima de cada rodaja de queso.
Hornea unos 20 minutos en un horno precalentado a 200º o hasta que veas que la focaccia está dorada y crujiente.
¿A ver si adivinas qué parte es la del queso no queso? ;-)
Estaba deliciosa... intentalo, es fácil y el resultado es fantástico.
Coste: barato
Tiempo: 3 horas (con el reposo de la masa)
Dificultad: algo si tiene
¡Bon profit!
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