sábado, 11 de enero de 2025

Rocas de chocolate y cacahuetes



Esta receta si que es sencilla y adaptable. No me gusta el dulce en general, por lo que tiendo a no tomar o solo tomar chocolate negro con alto contenido en cacao. Esta receta es versátil: puedes cambiar los ingredientes a tu gusto (chocolate más dulce, con leche, blanco. Frutos secos diferentes o trocitos de fruta, también puedes poner trocitos de fruta caramelizada. Donde tu imaginación te lleve, seguro estará bueno).


Ingredientes:

tableta de chocolate negro para fundir

cacahuetes tostados y salados

cucharadita de mantequilla (se puede añadir más)



Poner al baño maría para derretir el chocolate con la pizca de mantequilla (la mantequilla es para hacerlo algo más cremoso y para darle algo de brillo y que no se quede mate el chocolate).



Mientras lo mueves lentamente para que se vaya derritiendo (no tengas prisa. El chocolate puede quemarse), en un mortero, machaca un poco los cacahuetes, pero no los hagas polvo. Es solo para que existan trozos de distintos tamaños. Se generosa con la cantidad de cacahuetes. 



Dispón una bandeja con una lámina de silicona o papel de horno (para que no se peguen) y déjala preparada para poner las rocas.

Una vez esté el chocolate fundido y siempre que no esté excesivamente caliente (que puedas meter el dedo y no te escaldes), introduce el los cacahuetes (si has cambiado de idea con los cacahuetes, te aconsejo que una vez esté fundido el chocolate, le pongas un pellizquito de sal. La sal potencia el dulce de los postres y también del chocolate). Mueve para que se junten.



Con una cuchara coloca tus rocas del tamaño que te venga mejor. Intenta que no se toquen. 

Coloca la bandeja con las rocas en la nevera para que se endurezcan. En unas horas podrás despegarlas sin dificultad y poner en una caja, fiambrera o recipiente.

Y a disfrutar.

viernes, 10 de enero de 2025

Pan de trigo sarraceno



Sigo en la búsqueda de hacer un pan sin gluten que tenga el aspecto y se comporte parecido a un pan normal, con gluten.


Este si que lo parece y la textura es esponjosa y ligera. Eso si, si no te gusta el sabor del trigo sarraceno, tendrás que cambiarlo por otra opción. 

La mezcla de harinas sin gluten, pese a estar bien y comportarse bastante bien, sigo sin encontrarles el punto. 

Pero vamos a este pan. Ingredientes:

200g de trigo sarraceno

100g de lino molido

100g de almidón de tapioca (u otro almidón)

30g de pysilium

30g de azúcar

12g de sal

un sobre de levadura seca (suelen llevar 8g)

7g de leudante royal

2 huevos

30ml de aove

300ml de agua templada (más la que se irá incorporando en los pliegues que serán 4 o 5)

semillas al gusto



El problema con los panes sin gluten es que, justamente por no tenerlo, hay que incorporar otros elementos para que hagan su papel de esponjosidad, cohesión, alimento de las levaduras, etc. y esto complica las recetas. Una vez tengas claro que hay que añadir pysilium o goma xantana, un almidón, azúcar y huevo, comienza a ser más fácil el elaborar tus recetas.

Como siempre, añadimos los elementos secos y vamos integrándolos para luego incorporar los huevos, el aceite y el agua (esta, poco a poco dado que no todas las harinas admiten la misma cantidad de líquido). Una vez la masa la tengamos en un punto no muy dura pero tampoco líquida ni cremosa, la tapamos y la dejamos descansar en un sitio cálido. A la media hora, destapamos, nos mojamos las manos con agua tibia y realizamos unos pliegues (este primero, la masa tenderá a romperse y no notaremos ninguna elasticidad), tapamos y dejamos descansar. A la media hora repetimos los pliegues mojándonos, de nuevo, las manos con agua tibia. Realiza los pliegues hasta que notes una masa elástica y agradable al tacto. Tapa y deja descansar tanta que notes que ha subido, no necesariamente el doble pero notes que ha fermentado (dependiendo del frio, va a costa más o menos tiempo. Puedes ponerla dentro del horno o del microondas con la luz encendida para crear un clima propicio para que fermente).


Calienta el horno a 200º. Mientras se calienta, forra un recipiente (o engrasa y enharina) para poner el pan y hornear. Dale algo de forma y no te dé miedo de, con las manos mojadas, allanar la parte superior. En ella, puedes poner otras semillas para adornar el pan. Suavemente, oprímelas para que no se caigan al subir el pan dentro del horno.

Cuando metas el pan, baja la temperatura a 185º. Vigila por si se dora en exceso. Si ocurre, tápalo con papel de aluminio (ya lo destaparás al final del horneado). Lo tuve unos 45 minutos. Luego lo desmoldé y comprobé que no sonaba a que estuviera cocido (ese sonido de tocar una puerta de madera con los nudillos). Así que lo desmoldé y lo volvía a meter en el horno sin el recipiente para que eliminara la humedad que aún le quedaba. Estaría unos 10 minutos. Apagué el horno, abrí un poco la puerta, y lo dejé dentro del horno para que terminara de hacerse con el calor residual.

De todos los que he hecho, ha sido el que más me ha gustado de sabor y de aspecto.

domingo, 5 de enero de 2025

Hojaldre de calabaza y pavo




 Bien, vamos a un hojaldre fácil, rápido y molón. Contraste de sabores y que está muy muy bueno.


Ingredientes:

Un hojaldre (en mi caso, sin gluten)

Champiñones fileteados

Calabaza en cubos asada o pasada por plancha

Fiambre de pavo (en mi caso, fiambre trufado)

Mozarela



Pelar y trocear la calabaza para bien asarla al horno o en una sartén, buscando que esté algo dorado y cocinada. Puedes añadir las especias que te gusten. He puesto la mezcla de especias de Lousiana de Carmencita que tienen una mezcla muy agradable..







Extender la masa de hojaldre y disponer los champiñones fileteados. añadir el fiambre de pavo cortado a daditos bien pequeños y los cubos de calabaza asada.






Disponer la mozarela en trozos sobre todo lo anterior.

Poner en el horno precalentado a 185º durante 25/30 minutos o lo que se necesite para que el hojaldre esté cocinado.

Y, a disfrutar.



jueves, 12 de septiembre de 2024

Ovnis de gambas

 


Había comprado unas obleas, las que ahora hay en los supermercados (ya no están las de la cocinera) y debía utilizarlas así que me dispuse a hacer unas empanadillas (pero redondas por eso los llamo ovnis) rellenos. 

Miro la nevera y veo calabacín, zanahorias, jengibre y tomate de pera. Pienso en lo que hay en el congelador y recuerdo unas pequeñas gambas peladas. Ya está el relleno.


Ingredientes

Calabacín

Zanahoria

Ajo y jengibre

Tomate de pera

Gambas peladas


Aceite de oliva extra virgen, sal y pimienta de sichuan

Harina de arroz (puede ser harina normal)

Leche de coco (puede ser leche u otra bebida vegetal)






Me dispongo a pochar la zanahoria, el calabacín, el tomate (pelado y quitadas las pepitas lo más posible), el ajo y el jengibre, todo cortado muy pequeño (en brunoise). 






Una vez pochado añado las gambitas también troceadas. Como no tengo muchas, para intensificar el sabor a mar de las empanadillas, añado unas pequeñas algas secas que tengo y que suelo añadir a algunos potajes viudos de garbanzos (tienen un profundo sabor a mar, como todas las algas). Si tienes más cantidad de gambas, puedes eliminar este ingrediente.







Poner dos cucharadas de harina (en mi caso harina de arroz). Sofreír bien la harina para que no sepa cruda y añadir leche (en mi caso de coco). Quería darles un sabor más oriental con el coco y el jengibre y la pimienta sichuan. Ir añadiendo la leche que admita para dejar como una bechamel pero más ligera.






Dejar que enfríe por completo antes de montar las empanadillas.

Disponer obleas sobre la base que vayas a meter en el horno.





Añadir relleno y tapar con otra oblea. Cerrar bien los bordes para que no se salga el relleno y pincela con huevo batido. Me sobraban dos obleas y apenas quedaba relleno. Pero decidí hornearlas rellenas de un poco de queso rallado con un poco de fiambre de lacón. 




Precalentar el horno a 180º. 

Cocinar durante unos 25 minutos pero observar pasado los 20' para que no se quemen. 

Y a disfrutar.


lunes, 9 de septiembre de 2024

Carpaccio de higos



Me encantan los higos pero como tengo intolerancia a la fructosa, no suelo comerlos. Pero no pude resistirme a este carpaccio, fresco, sabroso y que tiene una pinta deliciosa.

Ingredientes:

5 o 6 higos maduros

queso grana padano en lascas

pistachos

jamón 

aceite de oliva virgen extra.




Pela los higos y ponlos entre dos láminas de papel film. Con un bote, botella o rodillo, extiende los higos y forma una lámina fina.



Introduce la lámina de higos en el congelador.

Lamina unas lascas de queso grana padano con un pela patatas (quedan finas y es muy cómodo hacerlas).


Pela unos pistachos y con un cuchillo, trocéalos a pequeños trozos.

Enrolla unas cortadas de jamón.



Cuando la lámina de higos esté congelada, como es fina estará en poco tiempo, extráela del papel film y coloca en una bandeja, plato o donde hayas decidido presentarla. No te preocupes si queda a trozos. Si la quieres más bonita, puedes pones la lámina sobre la fuente donde vayas a presentar el plato. Lo cierto es que cuando se descongela queda toda una base de higo y no se nota si ha estado a trozos o como.




Dispón, por encima, las lascas de queso y los pistachos. Añade aove a gusto (no pongo nada de sal porque el jamón le aportará el salado que necesito. Si te gusta más salado, añade aquí algo de sal). Coloca los rollos de jamón y a disfrutar.

Plato fresco, con contrastes de sabores y texturas. 

Curry verde de guisantes


Tengo que comer guisantes porque contienen prebióticos. Es lo que me ha recomendado el médico pero los encuentro tan  aburridos.   Los he hecho  salteados con jamón,   en tortilla, en empanadas...pero me resultan sosos y aburridos.

Así que decidí hacer un curry con ellos, no asomados, sino como actores principales. Esta receta tiene errores que iré comentando, para si te decides a hacerla, no te pasen a ti.

Ingredientes:

Un poco de puerro troceado

Una manzana

Un tazón de guisantes congelados pero tiernos

Unos tacos de jamón (opcional pero le dan cierta alegría)

Un bote de crema de coco (tenía leche de coco que es mucho más líquida y no espesa, por lo que tuve que añadir anacardos machacados para que espesara algo la salsa)


Aove y curry verde (tengo una pasta que venden en los supermercados orientales que es una delicia así que como el rojo, el amarillo y todos los que tienen), un poco de sal.

Comenzamos pochando el puerro con aove y un poco de sal (será la única que añadiré a todo el guiso pero esto es a gusto). Una vez que esté trasparente, añadir los guisantes (puse excesivos. Así que mira mi cantidad y retira como un cuarto de los que puse para que puedas tener algo de salsa).



Dales vueltas y déjalos que se cocinen. Habrás pelado una manzana y troceado. Lo hice en trozos grandes previendo que encontrarme trozos de manzana en un medio picante, me iba a suavizar el bocado. 



Dales unas vueltas y añade la crema de coco (como ves en la foto, mi leche está desleída, es demasiado poco cremosa).




Añade una cantidad de pasta de curry. Aquí viene el gusto de cada quien. Me gusta el picante así que suelo añadir bastante. En este guiso aún podría haberle añadido más porque la manzana suaviza mucho el picante. Tapa la cazuela, pon el fuego al mínimo y deja que se junten sabores.



Tuve que añadir los anacardos triturados (como comentaba más arriba) para conseguir que la salsa se hiciera algo más cremosa.


Deja cocer hasta que el curry suelte el aceite, momento en el que sabrás que el curry está terminado.


Suele acompañarse con arroz. Así lo hice: arroz basmati. La mezcla de curry y arroz es deliciosa.

Y a disfrutar.


martes, 30 de julio de 2024

Gazpacho de remolacha



Con los recortes de tomate de pera de la receta tatín de tomate, y otro tomate grande que tenía, me dispuse a hacer gazpacho. Dado que no puedo tomar pimiento, decidí añadir remolacha y a ver qué salía. Vamos a lo importante.

Ingredientes:


150/200 gr de tomate

100gr de remolacha cocida y pelada

1 pepino mediano 

1 diente de ajo

puñado de anacardos (optativo)

200ml de agua

Sal, vinagre y aove.




Lavar y trocear el tomate. Añadir al vaso donde vayas a triturar todos los ingredientes.

Lavar, pelar y trocear el pepino. Ponerlo junto al tomate. Le quito la piel para que no deteriore el color tan bonito que seguro se consigue con el tomate y la remolacha. 

Pelar el ajo y añadirlo a los otros ingredientes.

Confirmar que la remolacha está pelada (últimamente la encuentro pelada pero no siempre le han quitado todas las pieles.

Añadir el puñado de anacardos. Los pongo porque quiero una textura cremosa y no ligera. Me gusta más la textura del salmorejo que de el gazpacho. Podrías prescindir de ellos si quieres una textura más líquida o incluso añadirle más agua.




Añadir un puñado de sal, un buen chorro de vinagre (utilicé vinagre de arroz) y aove (el doble que de vinagre. Es como me gusta.)

Triturar e ir probando por si hay que añadir más sal, agua, vinagre... En mi caso añadí más sal (tiendo a quedarme corta porque es mucho más fácil de corregir) y más vinagre (el vinagre de arroz es más ligero de acidez que cualquiera de los vinagres a los que estamos acostumbrados).




Si lo estás haciendo para la comida, puedes sustituir el agua por cubitos de hielo (si tu trituradora los resiste) o agua fría. Si no, a la nevera hasta ser consumido.

Y a disfrutar.