sábado, 9 de marzo de 2013

Fin de semana en Madrid: Espacio 33 y Gala

Este fin de semana ha sido de altura. Vaya que si. Espacio 33 es el restaurante situado en el piso 33 del edificio Torre espacio por lo que es el restaurante más alto de España. Las vistas desde sus enormes ventanales son impresionantes: con Madrid a los pies, te sientes volar. El restaurante pertenece al grupo " El Antiguo Convento de Boadilla del Monte". Me lo recomendó Mario Barrientos, chef y amigo. Y con su recomendación tuve bastante para saber que iba  a disfrutar mucho, mucho.

Manuel, el jefe de sala, nos recibe y ubica en una de las mejores mesas del restaurante, junto a las cristaleras.
La entrada al edificio es un poco complicada: en el mismo edificio hay 4 embajadas por lo que hay que pasar tantos controles como para tomar un avión. Además deben bajar a recogernos desde el restaurante y subir acompañados. Bueno, una vez superado eso, llegamos a un restaurante acogedor donde lo que se pretende es que la decoración sean las impresionantes vistas de que dispone.
El mismo Manuel nos oferta un menú de degustación para que probemos los platos que él considera que no hay que perderse en este restaurante. Aceptamos.
La cena la vamos a acompañar con un champagne: Andre Clouet Grand Reserva “Gran Cru" fantástico champagne potente, de burbuja fina y gran permanencia. Va a acompañar platos muy variados pero seguro se porta a la perfección.
Como aperitivos nos traen unos chips diversos (de remolacha, yuca...) y unas bolas de mantequilla a muy buena temperatura (textura pomada) acompañada de panes diversos y un bol con sal.
Comienza la cena.
Unos chupitos de crema de calabaza y trufa rallada que nos entonan y atemperan nuestro cuerpo (hace una noche gélida en Madrid, aunque en el restaurante la temperatura es más bien alta).
Crujiente de queso y jamón ibérico: buen entrante templado.
Terrina de foie casero con tosta de cake y chutney de calabaza: impresionante foie que con el chutney se convertía en una delicia.
Pulpo asado sobre patata revolcona. El pulpo tierno, sabroso. Las patatas...sin palabras, con un toque picante que junto al pulpo creaban un matrimonio perfecto.
Y llegamos a los platos fuertes. El de pescado salmonete con txangurroy calabazín. Plato contundente por la rotundidad del txangurro. El salmonete delicioso y en su punto.
El de carne Jarrete de ternera con su puré de patatas. Carne tierna, supertierna, sabrosa. Lástima que no llegamos a disfrutarlo porque el apetito hacía platos que nos había abandonado.
Nos tomamos unos cafés e infusiones para rematar bien la cena y con ellos vinieron un pequeño detalle en forma de dulces: unas láminas de chocolate negro (que no perdonamos) y unos daditos de una tarta de queso (creo porque no la probé).
Soberbia cena en las alturas de Madrid. Para volver un día claro, sin nubes, para apreciar Madrid desde las alturas con toda la claridad del día.

La siguiente noche fuimos a una cena maridaje en el restaurante Gala, local coqueto, pequeño y muy acogedor.

Como detalle de la casa unas chips de patata. En seguida viene una crema de calabaza (es la temporada, cosa que me alegra. Me encanta la crema de calabaza).
Sandwich de foie entre brioche tostado: rico foie y muy buen brioche. Viene acompañado de un vino dulce que le va estupendamente al foie (si, claro el Sauterns le hubiera ido mejor).
Ricas croquetas de cigalas: muy buenas y de buen tamaño. Les acompañan un vino blanco bastante correcto (me disculpo por no recordar los nombres y además ¡ni hice fotos! Es lo que tienen las cenas con amigos que hablando hablando me olvido de la mitad de las cosas).
Erizo gratinado: potente, sabroso. No dejamos nada de nada.
Y los platos fuertes: solomillo con ajos (tierno, sabroso) y steak tartar (bien aderezado con buen punto de picante). Con ellos viene un vino tinto que es el mejor de toda la cena.
El postre era una tartaleta de manzana con helado de canela. De toda la cena fue lo más flojito. Acompañandole viene
Reymos (de este si me acuerdo). Aunque algunos de los comensales preferimos seguir con el tinto (demasiado dulce el Reymos para acompañar a un postre).
Buena cena, divertida y con buena relación calidad precio.