domingo, 25 de marzo de 2012

Comida en Daluan (Morella - Castellón)

Que en Morella se come de lujo, no es una novedad. Habitualmente cuando voy a Morella, me desplazo a una masía de una amiga, en medio de la nada donde nos dedicamos a cuidarnos, hacer comiditas, pasear, sestear, leer... y todo aquello que hace grata la vida.
De vez en cuando (pocas veces, la verdad) acudimos a Morella a comer o cenar a algún local. 
A este en concreto, le tenía ganas dado que había oído muchas cosas buenas de él. Además, y para hacer más atractivo el acudir, estamos en época de trufas y disponen de un menú especial en torno a la trufa. Con todas estas bondades vamos a comer a Daluan.
El local es pequeño pero acogedor, muy funcional. Nos dejan el menú de la trufa que vamos a degustar y la carta de vinos. Dado que en el grupo hay una vegana, le 'tunearán' los platos para que pueda disfrutar también.
Como primer vino elegimos un Dido del 2008 que viene con corcho. Nos retiran la botella al instante y nos abren otra que también sale con corcho así que nos decidimos por cambiar de vino. Esta vez Ledo.8 2008 (D. O. Bierzo) vino potente pero sabroso y de gran persistencia. El siguiente vino será un Pasamonte del 2006 (D. O. Valencia): vino goloso y algo más ligero que el anterior pero que nos hará disfrutar mucho con los platos que coincide.
En la mesa nos encontramos una variedad de aceites de distintos tipos de olivas y distintas sales y unos buenos trozos de pan de hogaza. Aquí comenzamos a disfrutar combinando aceite de arbequina, picual, verdial, empeltre y otros y sales ahumadas, del Himalaya, negra etcétera.  Bocado simple de pan con aceite y sal pero ¡qué pan, qué aceites y qué sales!. Por segunda vez aprendemos a hacer permutaciones con los tres elementos.
Y vamos a los platos. Como aperitivos fríos nos traen un plato con butifarra trufada, jamón y fuet trufado  todo regado con buen aceite trufado. Plato básico pero de excepcional sabor.Y un carpaccio de solomillo de corzo con aceite de trufa y semillas de girasol. Rico, rico.
El aperitivo caliente es un huevo en la cáscara sin huevo, royal de foie gras y pan trufado. Este fue uno de los platos favoritos: la royal del foie gras estaba impresionante.
Como entrante: milhojas de queso de L'escresola con trufa y lechugas variadas. Plato refrescante. El otro entrante: nido de patata, huevo y trufa. ¡EL PLATO! La trufa, la patata y el huevo ¿habrá mejor conjunto? ¿existirá algo más delicioso?
Y seguimos aunque nuestro apetito se ha ido a pasear por los soportales de Morella. Vieiras y secreto con puré caliente de calabaza. Por poner un pero, con la vieira a solas o con el secreto a solas, el plato sería fantástico. Tal vez el problema era la falta de apetito.
Rabo de toro con salsa de trufa. Plato rotundo, potente y que casi nos remata (tendríamos que haber hecho ayuno el día de ayer. Bueno, ¿lo haremos mañana?) -
Y llegan los postres: transparencia de piña una jaula de caramelo con regusto a piña y que contiene varios chocolates en diferentes texturas y como segundo postre: torta capuchina con helado de cava y trufa.
El menú ha sido impresionante, potente y válido para los buenos comedores y con precio ajustado para lo que ha sido (al igual que los vinos, tienen precio muy ajustado).
Buena experiencia, repetible sin dudarlo. Ya ardo en deseos de volver a Morella y volver a Daluan a comer o cenar pero de carta (y si, antes haré ayuno y varias subidas a las murallas para prepararme para la maratón de platos).

Daluan  Callejón Cárcel, 4 (Morella) 964160071 - 669135139

Palmeritas de gorgonzola

Supongo que a estas alturas ya conoceréis mi gusto por las palmeritas saladas. Son un aperitivo que queda muy aparente y si mezclas el hojaldre con sabores potentes, el resultado es espectacular.

Ingredientes:
una hoja de hojaldre
queso gorgonzola
huevo batido

El procedimiento es el de siempre: pon dos líneas de relleno (en esta ocasión queso gorgonzola) en los lados que vas a enrollar (uno a cada extremo) y enrolla sobre el relleno haciendo coincidir en el centro.
Corta con un cuchillo afilado de un grosor de algo mas de medio centímetro y coloca en una placa de hornear.
Pinta con abundante huevo batido y hornea por ambos lados en un horno precalentado a 200º hasta que se doren (son unos diez minutos por una cara y unos 4 por la otra. Pero siempre depende de la potencia del horno). Si tienes gratinador, puedes ahorrarte el darles la vuelta. Una vez estén horneadas por bajo, pon el gratinador y no te despistes para que no se quemen.

Coste: barato
Tiempo: 25 minutos
Dificultad: ¿?

¡Bon profit!

viernes, 16 de marzo de 2012

Paella fallera PIG

El día 15  de marzo del 2012 pasará a los libros de historia como el día que Alfonso Martinez Serrano se atrevió a hacer una paella valenciana y presentarla ante el maestro Juan Carlos Galbis en el local que amablemente nos acogió, restaurante Castillo (Godella) propiedad de Eduardo Frechina. 
Pero comencemos bien. Queríamos (bueno, unos más que otros) hacer una paella al estilo fallero: en la calle, por la noche y haciendo concurso. Después de problemas varios, Eduardo nos ofreció hacerla en su local y Alfonso se ofreció para hacerla (sin pimiento, sin pimiento, sin pimiento). Y allá que nos apuntamos ¿cómo no? Cada quien contribuye con lo que cree para hacer una comida fantástica: Susi Marcos, unas deliciosos hojaldres de queso y otros de bacon y dátiles (para nota), Marian Daras con calabaza asada, Gema Ortega y Sandra Marquez (que vino con una gran cámara y se dedicó a hacer un fantástico reportaje de la comida, platos y comensales) con unos buñuelos caseros, Ernesto Vilar con su cava, Vicent Lluch, Riki Wigley, Paco Cremades y un largo etcétera con vinos blancos, tintos, jóvenes y no tanto, Antonio Bosch nos trajo unas trufas de queso que nos hizo ir y volver a ellas, sobrasada de calabaza y mollejas de cordero de carnes Filo, música y juegos de Paco Alonso, apertura de ostras a cargo de Paco Pastor (pobrecito, lo dejamos solo con el esfuerzo), local, maneje, mesa y mantel y toda una cocina para jugar, más vinos, grifo de cerveza y licores para rematar después de los cafés y postre a cargo de Eduardo Frechina e Inma, otros hojaldres y madalenas de aceitunas que aporté. Pido disculpas si me he olvidado de algo o de alguien.
Antes de comenzar a preparar y mientras esperamos que lleguen todos loc comensales, los que fuimos madrugadores pudimos además de alentar a Paco Pastor con sus ostras (perdón, no recuerdo quien las trajo) y nos metíamos con la paella que estaba esperando para recibir el arroz, pudimos disfrutar de unos pimientos de piquillo rellenos de arroz negro (plato del restaurante Castillo y que Alfonso probó sin rechistar pese a la gran presencia del pimiento).
La mesa se fue montando y fueron llegando todos los comensales. Mientras, unas cervecitas para no secarnos. Y llegaron las ostras y ¡zas! finiquitadas y con ellas un vino blanco que hizo nuestras delicias. Y las mollejas (¡diosmio! casi ni nos sentamos a la mesa para no dejarlas solas).
Alfonso remata la paella y vino en maestro Juan Carlos Galbis con un vino que realiza él mismo, a dar su veredicto. ¡¡aprobado con muy buena nota!!: arroz suelto, en su punto, sabrosa y con un regusto campestre que nos encanta (hasta a mi que no soy amante de la paella, conseguiste que me congraciara con la paella. Sólo por eso ya eres mi ídolo).
A estas alturas ya se había sentado con nosotros la gula: hambre cero pero seguíamos comiendo y comiendo. Iban  venían vinos, cava, compartíamos copas, comentabamos, nos reíamos. Si divertirse engorda, engordamos kilos.
Y llegan los postres: unas grandes bandejas que parecen un parque temático de dulces  que nos remata. Menos mal que había música que nos hizo bailar y deshacernos de algunas calorías de las muchas que habíamos ingerido.
La comida-merienda-cena se remató con copas. Y casi llegamos a la exaltación de la amistad, pero cantar, cantamos.

Gracias a tod@s que hicisteis posible un día tan inolvidable.

viernes, 2 de marzo de 2012

Visita a Carnes Filo

El jueves 1 de marzo me pasee por el mercado de Ruzafa. Siempre es un placer ver los puestos con todas las frutas apiladas, el pescado tan arreglado, los puestos tan hermosos. Invitan a pasearse, a comprar a oler...
Había quedado con Ernesto Vilar, dueño de carnes Filo para comprar unas hamburguesas. Tiene de distintas carnes, distintos ingredientes. El puesto es una gozada: unas piezas de entrecot y chuletón para volverse loca, un embutido que apetece almorzar aunque no sea hora.
Quería comprar unas hamburguesas que tuvieran mucho hierro. Mirando la descripción de los animales de donde procedían, me decidí por unas de gacela y otras de camelo. Estas son para mis padres con alto contenido en hierro y bajo en materia grasa. Para mi elegí unas de buey (sabrosas y muy tiernas), de canguro (suaves y con textura cremosa), de gacela (suave, muy tierna. Deliciosa) y una especiada oriental (con buenas especias y un toque picante. Sabrosas de verdad). 
Mirando descubrí un rabo de toro impresionante. También me llevé unos trozos para hacer un rabo de toro guisado.
Aún me quedan muchas hamburguesas por probar y no dudo que volveré a buscar otras de otro tipo y algún que otro entrecot para los días carnívoros.
Visita agradable y  muy provechosa

jueves, 1 de marzo de 2012

Manitas de cerdo al curry

Aún recuerdo las manitas que hacía mi madre ¡qué ricas! Esta vez, y por primera vez, las voy a cocinar. Mi madre vuelve a no tener apetito, así que intento hacerle platos sabrosos, caprichos, que le hagan apetecerle comer. Además, ahora le ha dado por el sabor del curry. Le encanta poner curry a guisos. Así que me he decidido por hacer unas manitas al curry, eso si, sin picante, del normalito.

Ingredientes:

2 manitas
una cebolla
cuatro cucharadas de tomate troceado
agua, sal, curry, laurel y pimienta negra en grano

Lo primero es cocer las manitas. Pon abundante agua en la olla rápida, un puñado de granos de pimienta negra, un par de hojas de laurel, sal y añade las manitas. Cierra la olla y deja que cuezan durante una media hora.
Cuando haya pasado el tiempo de cocer las manitas, comenzamos con la salsa. No tires el agua donde se han cocido las manitas, la vamos a utilizar para la salsa (quedará más sabrosa y ligada).
En una olla pon la cebolla cortada en daditos y sofríe con aceite de oliva y un poco de sal. Cuando la cebolla esté transparente, añade el tomate en dados. Le puse algo de azúcar porque detesto notar la acidez del tomate. Es hora de pochar lentamente el tomate junto a la cebolla. Una vez estén bien pochadas ambas cosas añade sal y una cucharada de curry. Añade dos o tres cucharones del agua donde se han cocido las manitas. Deja que hierva todo junto. 
Es hora de añadir las manitas. Ten cuidado no se te rompan al añadirlas a la salsa. Una vez las tengas en la cazuela, deja que todo junto hierva durante unos 10 minutos. Si te quedarás sin caldito en la salsa, no dudes en añadir algo más del agua de cocción. Prueba la salsa por si hay que corregir la sal.
Y ya tienes un fantástico plato, Puedes acompañarlo con algunas patatas fritas, puré o simplemente un buen pan.

Coste: barato
Tiempo: una hora
Dificultad: ¿ves alguna?

¡Bon profit!