Quien me conoce sabe la afición que tengo por el picante y por el dulce dentro de la comida salada así, como comprenderás, este es un plato que me causa fascinación: primero por lo bueno que está y después por su facilidad.
Ingredientes:
Pollo troceado (en mi caso he elegido contramuslos deshuesados y sin piel)
lata de piña en almibar de un cuarto
media taza de caldo de pollo
tres cayenas
sal, pimienta, aceite y harina
Salpimentar los trozos de pollo. Poner una cazuela al fuego con unas dos cucharadas de aceite de oliva. Enharinar los trozos de pollo (para conseguir que así se espese la salsa) y dorar los mismos, con cuidado.
Cuando estén dorados los trozos añadir las cayenas. Si no te gusta el picante, suprime este paso pero el picante que proporciona estas cantidades es suave y muy matizado por el dulce de la piña. Atrevete a probarlo.
Trocear la piña en trozos pequeños y añade a la cazuela. Remueve todo con cuidado de no romper la piña ni el pollo.
Añade el caldo de pollo caliente para no cortar la cocción.
Tapa y baja el fuego. Deja cocinar durante una media hora a fuego muy lento. Revisa por si se quedara sin salsa para añadir algo más de caldo de pollo si hiciera falta. Es un plato fantástico acompañado de arroz basmati o un simple arroz blanco.
Coste: medio
Tiempo: tres cuartos de hora
Dificultad: yo no la veo ¿y tú?
¡A disfrutar!
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