De mi viaje de este verano, además de los aromas, los colores, los paisajes, la gente, las sensaciones, los recuerdos, me he traido un trocito, un pequeño trocito del pais donde estuve, Turquía: he traido especias. En el mercado egipcio (llamado el mercado de las especias) me he abastecido de algunas de las mezclas más utilizadas en la cocina turca. Entre ellas la mezcla para sazonar el pollo. Habitualmente lo sazonan para realizar el shish de pollo (el pincho de pollo) o para realizar pollo con verdura en salsa. En otra ocasión.
Hoy me apetecía mezclar, realizar un plato de una cocina (lasagna italiana) con aromas de otra (pollo sazonado a la turca). Creo que resulta una buena comunión.
Ingredientes:
láminas de lasaña (he utilizado una caja de 200gr de las láminas que no se requiere hacer nada con ellas)
600gr de pollo picado
1 cebolla
medio pimiento rojo
cebollino
pasas (en mi caso moras secas que también compré en Turquia)
aceite, chorro de brandy, una buena cucharada de sazonador de pollo (si no tienes, lo más probable, sustituyelo por pimentón, cominos, hinojo, pimienta. Si te gusta picante, ponele el pimentón picante, si no, ponle pimentón dulce). También podrías sustituir todo esto por curry y hacer una lasaña con arires árabes.
queso rallado
Para la bechamel
1/2 litro de leche
una cuchara y media sopera de harina
sal
una cucharada de mantequilla
aceite
nuez moscada
Poner la carne picada (el pollo) en un bol y añadirle el cebollino cortado pequeño (antes bien lavado), un chorro de aceite, sazonador de pollo (o aquellas especias que elijas) y un chorro de brandy. Remueve bien para realizar una pasta homogénea y deja macerar un par de horas (incluso puedes hacerlo de un día para otro. Entonces, tápalo y ponlo dentro de la nevera).
En una sarten, con un buen chorro de aceite, pon a dorar la cebolla cortada en juliana. Sala y deja que sude y se ponga transparente.
Una vez esté así, añade la carne. Intenta que se deshaga y no se quede en grandes grumos. Añade también el pimiento cortado muy pequeño y las pasas (puedes poner champiñones o cualquier verdura que tengas en la nevera. También puedes no poner pasas o poner ciruelas u orejones, entonces cortalos en trozo pequeños). Y deja que se haga lentamente. Remueve constantemente para conseguir amalgamar todo lo que has añadido en la sartén. Una vez lo tengas casi hecho, reservalo.
En una sartén limpia pon la cucharada de mantequilla y en fuego bajo dejar que se deshaga. Para no correr el riesgo de que pueda quemarse, pon también un chorro de aceite de oliva. Añade una cucharada sopera y media de harina y rehógala bien para que no sepa a crudo.
Comienza a añadir la leche lentamente y remueve constantemente para deshacer los grumos. Sigue añadiendo hasta conseguir la textura deseada, siempre en fuego bajo. Ponle sal y nuez moscada.
Es hora de montar la lasaña. Pon una buena bandeja de hornear: unas láminas de lasaña, por encima el relleno de carne y un poco de la bechamel que has hecho. Repite esto hasta quedarte sin láminas. Vierte por encima toda la bechamel y por encima de ella queso rallado a tu elección.
Ponla dentro del horno precalentado a 200º durante 14 minutos. Añade otros 6 minutos con el gratinador.
Coste: medio
Tiempo: hora y media (pero recuerda que es conveniente macerar durante horas la carne)
Dificultad: un poquito de paciencia más que dificil
¡Bon profit!
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