jueves, 12 de septiembre de 2024

Ovnis de gambas

 


Había comprado unas obleas, las que ahora hay en los supermercados (ya no están las de la cocinera) y debía utilizarlas así que me dispuse a hacer unas empanadillas (pero redondas por eso los llamo ovnis) rellenos. 

Miro la nevera y veo calabacín, zanahorias, jengibre y tomate de pera. Pienso en lo que hay en el congelador y recuerdo unas pequeñas gambas peladas. Ya está el relleno.


Ingredientes

Calabacín

Zanahoria

Ajo y jengibre

Tomate de pera

Gambas peladas


Aceite de oliva extra virgen, sal y pimienta de sichuan

Harina de arroz (puede ser harina normal)

Leche de coco (puede ser leche u otra bebida vegetal)






Me dispongo a pochar la zanahoria, el calabacín, el tomate (pelado y quitadas las pepitas lo más posible), el ajo y el jengibre, todo cortado muy pequeño (en brunoise). 






Una vez pochado añado las gambitas también troceadas. Como no tengo muchas, para intensificar el sabor a mar de las empanadillas, añado unas pequeñas algas secas que tengo y que suelo añadir a algunos potajes viudos de garbanzos (tienen un profundo sabor a mar, como todas las algas). Si tienes más cantidad de gambas, puedes eliminar este ingrediente.







Poner dos cucharadas de harina (en mi caso harina de arroz). Sofreír bien la harina para que no sepa cruda y añadir leche (en mi caso de coco). Quería darles un sabor más oriental con el coco y el jengibre y la pimienta sichuan. Ir añadiendo la leche que admita para dejar como una bechamel pero más ligera.






Dejar que enfríe por completo antes de montar las empanadillas.

Disponer obleas sobre la base que vayas a meter en el horno.





Añadir relleno y tapar con otra oblea. Cerrar bien los bordes para que no se salga el relleno y pincela con huevo batido. Me sobraban dos obleas y apenas quedaba relleno. Pero decidí hornearlas rellenas de un poco de queso rallado con un poco de fiambre de lacón. 




Precalentar el horno a 180º. 

Cocinar durante unos 25 minutos pero observar pasado los 20' para que no se quemen. 

Y a disfrutar.


lunes, 9 de septiembre de 2024

Carpaccio de higos



Me encantan los higos pero como tengo intolerancia a la fructosa, no suelo comerlos. Pero no pude resistirme a este carpaccio, fresco, sabroso y que tiene una pinta deliciosa.

Ingredientes:

5 o 6 higos maduros

queso grana padano en lascas

pistachos

jamón 

aceite de oliva virgen extra.




Pela los higos y ponlos entre dos láminas de papel film. Con un bote, botella o rodillo, extiende los higos y forma una lámina fina.



Introduce la lámina de higos en el congelador.

Lamina unas lascas de queso grana padano con un pela patatas (quedan finas y es muy cómodo hacerlas).


Pela unos pistachos y con un cuchillo, trocéalos a pequeños trozos.

Enrolla unas cortadas de jamón.



Cuando la lámina de higos esté congelada, como es fina estará en poco tiempo, extráela del papel film y coloca en una bandeja, plato o donde hayas decidido presentarla. No te preocupes si queda a trozos. Si la quieres más bonita, puedes pones la lámina sobre la fuente donde vayas a presentar el plato. Lo cierto es que cuando se descongela queda toda una base de higo y no se nota si ha estado a trozos o como.




Dispón, por encima, las lascas de queso y los pistachos. Añade aove a gusto (no pongo nada de sal porque el jamón le aportará el salado que necesito. Si te gusta más salado, añade aquí algo de sal). Coloca los rollos de jamón y a disfrutar.

Plato fresco, con contrastes de sabores y texturas. 

Curry verde de guisantes


Tengo que comer guisantes porque contienen prebióticos. Es lo que me ha recomendado el médico pero los encuentro tan  aburridos.   Los he hecho  salteados con jamón,   en tortilla, en empanadas...pero me resultan sosos y aburridos.

Así que decidí hacer un curry con ellos, no asomados, sino como actores principales. Esta receta tiene errores que iré comentando, para si te decides a hacerla, no te pasen a ti.

Ingredientes:

Un poco de puerro troceado

Una manzana

Un tazón de guisantes congelados pero tiernos

Unos tacos de jamón (opcional pero le dan cierta alegría)

Un bote de crema de coco (tenía leche de coco que es mucho más líquida y no espesa, por lo que tuve que añadir anacardos machacados para que espesara algo la salsa)


Aove y curry verde (tengo una pasta que venden en los supermercados orientales que es una delicia así que como el rojo, el amarillo y todos los que tienen), un poco de sal.

Comenzamos pochando el puerro con aove y un poco de sal (será la única que añadiré a todo el guiso pero esto es a gusto). Una vez que esté trasparente, añadir los guisantes (puse excesivos. Así que mira mi cantidad y retira como un cuarto de los que puse para que puedas tener algo de salsa).



Dales vueltas y déjalos que se cocinen. Habrás pelado una manzana y troceado. Lo hice en trozos grandes previendo que encontrarme trozos de manzana en un medio picante, me iba a suavizar el bocado. 



Dales unas vueltas y añade la crema de coco (como ves en la foto, mi leche está desleída, es demasiado poco cremosa).




Añade una cantidad de pasta de curry. Aquí viene el gusto de cada quien. Me gusta el picante así que suelo añadir bastante. En este guiso aún podría haberle añadido más porque la manzana suaviza mucho el picante. Tapa la cazuela, pon el fuego al mínimo y deja que se junten sabores.



Tuve que añadir los anacardos triturados (como comentaba más arriba) para conseguir que la salsa se hiciera algo más cremosa.


Deja cocer hasta que el curry suelte el aceite, momento en el que sabrás que el curry está terminado.


Suele acompañarse con arroz. Así lo hice: arroz basmati. La mezcla de curry y arroz es deliciosa.

Y a disfrutar.