Quien me conoce sabe que no soy muy amante del tomate cocinado. Siempre lo noto ácido y no me gusta. Pero me apetecía hacer una tarta tatin salada y pensé que la de tomate estaría fantástica dándole unos toques que la hicieran de mi agrado.
Ingredientes:
2/3 tomate de pera grandes
3 ajos laminados
Crema de caramelo
lámina de masa hojaldrada redonda (en mi caso, sin gluten)
3 anchoas
1 mozarela
Aceite de ajo y mantequilla
Comenzamos lavando bien los tomates (los voy a poner con la piel para que no se desmonten demasiado) y cortar rebanadas de 1 cm de grosor.
Pelamos y laminamos los ajos. En una sartén (o si tienes una sartén que se desmonte el mango o una cazuela que puedas meter en el horno, utilízala. Decidí poner en una sartén para poder ir retirando el líquido que seguro iban a soltar las rebanadas de tomate) coloca una cucharada de postre de mantequilla y unas 4 cucharadas de postre de aceite de ajo (si no tienes de cualquiera de estas dos cosas, utiliza aceite y sin problema). El aceite de ajo lo tengo de confitar ajos en el horno.
Una vez esté caliente, introduce las rebanadas de tomate y las de ajo. Tapa para que se hagan lentamente (con el fuego al mínimo. Queremos que se cocinen, no que se doren). Cuando estén por un lado, con cuidado, dales la vuelta y vuelve a tapar. Una vez estén cocinadas por ambas caras, añade unos hilos de crema de caramelo. Si no tuvieras, puedes añadir azúcar para eliminar cualquier asomo de acidez del tomate.
Cuando el tomate esté cocinado, déjalo que enfríe antes de montar la tarta.
Si la fuente donde vas a hacer la tarta no es en la que has cocinado, engrásala bien. Coloca las rebanadas de tomate y las de ajo bien distribuidas. Corta las anchoas en trozos y distribuye los trozos (como observarás, no he puesto sal en ningún momento. Las anchoas le darán el punto de sal que me gusta. Si eres más amante de la sal, pon sal al cocinar el tomate). Añade de nuevo unos hilos de crema de caramelo y tapa con la masa hojaldrada metiendo con cuidado los bordes para que no salga el relleno. No necesita pincelar.
Horno precalentado a 180º. Tenerla unos 30 minutos (depende de hornos) pero observa para que no se dore en exceso.
Una vez horneada, si ha salido mucho líquido, con cuidado, descártalo. Y mucho cuidado al darle la vuelta.
Distribuye una mozarela por encima y deja unos 5 minutos para que el queso coja temperatura.
Y a disfrutar. No estaba segura de si me gustaría, de si estaría excesivamente dulce, de si el tomate...Y para mi sorpresa, es una de las mejores tartas saladas que he hecho: no está dulce, el tomate no está ácido, el punto de sal de las anchoas es el ideal. Está fantástica.