La receta me la inspiró leyendo una receta de webosfritos. Tenía parte de lo necesario pero no todo pero pensé, seguro está buena. Confieso que me encanta la coliflor de todas las formas. Esta, así cocinada queda muy suave de sabor, no notando ese sabor tan característico (y que tanta gente detesta) de la coliflor. Está suave, sabrosa. Muy buena forma de comerla como acompañamiento de otras cosas y que no se apodere del plato o la receta.
Una coliflor sana (tan grande o pequeña como quieras.
Para la mezcla con la que pintarás las rodajas de coliflor:
- miel
- mostaza
- cominos en polvo
- algo de sal
- chorro de aove
Lava bien la coliflor entera. Antes retira todas las hojas verdes que pueda llevar.
Corta rodajas de un centímetro (aproximadamente) de grosor. Dispón las rodajas en una fuente adecuada para el horno y recubierta con papel de hornear.
Con una brocha pinta las superficies de las rodajas de coliflor (puedes hacerlo por las dos caras. Yo solo lo he hecho por una y para mi, así está en su punto).
Con el horno precalentado a 180º, introduce la bandeja y deja sobre unos 20´ (vigila por si tu horno es más rápido o lento que el mio). Puedes ver si están cocinadas pinchando una de las rodajas.
Está deliciosa sola o como acompañamiento.
Espero que la disfrutes.
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