domingo, 30 de enero de 2011

Conejo borracho

Quien me conoce sabe que no soy (¿era?) amante de la carne de conejo. Lo arrastro desde niña y he pensado que ya era hora de reconciliarme con dicho producto: carne sin grasa, a buen precio y versátil. Así que un día me planté en la carnicería resuelta a comprar un conejo. Y he de confesar que me ha gustado, me ha gustado mucho.
Ingredientes:
 un conejo entero troceado
100gr de pimientos de piquillo
dos tomates rallados
una cabeza de ajos
una botella de vino blanco
manzana deshidratada el datilero
sal, pimienta y aceite

Revisa los trozos de conejo y salpimenta todos ellos. Pon una olla al fuego con un buen chorro de aceite. Limpia la cabeza de ajos pero déjala entera y córtala por la mitad.
Comienza a saltear el conejo en la olla con el aceite. Mientras se doran los trozos, ralla los dos tomates. Añade también las dos medias cabezas de ajos y dóralas junto a los trozos de conejo. 
Una vez estén dorados los trozos, añade el tomate y ve cortando los pimientos de piquillo a tiras. Añadelos a la olla y remueve.
Es el momento de emborracharlo. Añade toda la botella de vino blanco. Utiliza un vino bueno, no utilices uno de mesa. Te saldrá mucho mejor el guiso. Deja que hierva a fuego vivo.
Cuando notes que ya se ha evaporado el alcohol, es el momento de cerrar la olla. Ponle la tapa, baja el fuego y deja que se haga lentamente durante unos 40 minutos. Decidí ponerle un toque de fruta para suavizar su contundente sabor, así que elegí unas manzanas deshidratadas, las corté a trocitos pequeños y dejé que hirviera todo junto. El toque dulce, pero no excesivo, se lleva muy bien con este guiso.
Y ya tienes un exquisito conejo borracho.

Coste: medio
Tiempo: 80 minutos
Dificultad: ¿difícil?

¡Bon profit!

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